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ESTE BLOG PRETENDE MOSTRAR LAS BELLEZAS NATURALES Y ETNOGRÁFICAS DE LA ZONA NOROCCIDENTAL DE MARRUECOS. PERTENECE A UN GRUPO DE AMIGOS QUE DESDE 2003 PRACTICA EL SENDERISMO TODOS LOS DOMINGOS POR LOS ALREDEDORES DE TETUÁN. CONTACTO: gorgueste@gmail.com

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MONOGRÁFICOS.

domingo, 21 de junio de 2015

DE DAR CHAOUI A BRAGHZA PASANDO POR BOUGHABECH (DAR ZELLAL)

El recorrido transcurre por la región de Beni Mesauar, cercana a Tetuán, y no presenta montañas tan elevadas como las de la dorsal calcárea, sino suaves colinas fáciles de transitar, modeladas sobre los materiales del flysch de Beni Ider, aunque también se encuentran, de vez en cuando, crestones de paredes verticales formados por areniscas cuarcíticas.
Predominan los cultivos y el monte bajo, pero al llegar a Braghza aparece el bosque de alcornoques. La abundancia de manantiales permite que numerosas casas aisladas y pequeñas aldeas proliferen a lo largo del camino.
Si la marcha se hace en domingo, al final del trayecto, se podrá disfrutar del mercado semanal de Braghaza, muy frecuentado por los habitantes de la zona.
La ruta tiene también un gran interés histórico porque permite visitar el antiguo poblado de colonización agraria y la alcazaba o castillo de intervención comarcal de Dar Chaui, la casa de Sellal en Boughabech y si el día es largo, hasta se puede uno acercar, ya en coche, al cromlech de M'Zora.
La marcha se puede iniciar desde varios puntos y no es circular, por lo que es necesario coger en Braghza una furgoneta o taxi para la vuelta.

1.- Inicio desde Dar Chaui: se dejan los coches junto al cruce de Braghza y se camina por la carretera, unos 2 km, hasta unos hornos de cal desde donde sale una senda a la izquierda, para ir a Boughabech. A la ida se puede visitar la alcazaba situada en un montículo al lado de la carretera y a la vuelta se puede visitar el pueblo antiguo de Dar Chaoui y luego el cromlech de M'Zora.

2.- Inicio desde los hornos de cal de la carretera a Braghza: se pueden dejar allí los coches y a la vuelta visitar la alcazaba y el pueblo de Dar Chaui y luego el cromlech.

3.- Inicio desde la aldea de Assakhara: se tiene que entrar por una pista que sale del Souk Tnin de Beni Harchen y que conduce hasta  esta aldea, donde se pueden dejar los coches; desde allí sale un camino empedrado que conduce a la casa de Sellal en Boughabech. A la vuelta se puede seguir por la pista hasta llegar a la carretera de Dar Chaui-Braghza y visitar la alcazaba, el pueblo y el cromlech. La pista está recién hecha y en un estado excelente, por lo que se puede transitar en un coche normal, pero dada la naturaleza areno-arcillosa de los materiales, en caso de lluvia, puede estar intransitable.

4.- Alquilando transporte público: si se alquila una furgoneta se puede hacer una cuarta ruta alternativa. La furgoneta deja a los senderistas en los hornos de cal, tras hacer una parada previa para visitar el antiguo poblado y la alcazaba de Dar Chaui, y luego los recogería, sobre las cinco de la tarde, en Braghza, para  volver por Fejjerih. En este caso no quedaría tiempo para visitar el cromlech.

En este mapa de Google earth está marcado en rojo el trayecto aproximado desde los hornos de cal a Braghza, así como el perfil del recorrido. En amarillo está marcada la carretera.

LA GEOLOGÍA DE LA REGIÓN

Como ya se ha comentado, la mayoría de los afloramientos corresponden a la capa del flysch de Beni Ider, que se observa muy bien en la carretera de Tetuán-Tánger, en la subida del puerto al Fondak. Está formada por materiales muy deformados del Oligoceno, constituidos por margas grises, areniscas micáceas y feldespáticas con intercalaciones de arenisca calcárea y micaesquistos. A veces aparecen también lentejones de areniscas groseras de naturaleza cuarcítica.

Pliegue en la carretera que va a Fejerrih.

También afloran materiales del Eoceno superior formados por margas violáceas, arenosas, con lechos calcáreos en la base que contienen nummulites, y materiales del Eoceno inferior y medio con facies groseras de conglomerados y calizas.

Materiales del Eoceno rojo junto al camino de subida a Boughabech.

En la ladera se observa muy bien la serie del flysch de Beni Ider.

Un poco antes de llegar a Braghza, en la cumbre, hay un pequeño afloramiento de areniscas numidienses.

LA ALCAZABA O EL CASTILLO DE INTERVENCIÓN COMARCAL DE DAR CHAUI

En una pequeña colina junto al cruce de la carretera que va a Larache y la que sale para Braghza, se divisan las espectaculares ruinas de una especie de fortaleza que los lugareños llaman "la kasaba" y que sin duda corresponden a la intervención comarcal construida en la época del protectorado por los españoles.
No tenemos mucha información sobre este edificio, pero tuvo que ser construido  entre 1930-40, cuando se desarrollaron los trabajos de colonización agraria de Dar Chaui, (en un mapa del Ministerio de Defensa Español de 1930 con la localización de las diferentes oficinas de intervención en el protectorado de Marruecos, ésta, no figura).
La oficinas de intervención se empezaron a construir en el campo a partir de 1926, una vez pacificada la zona, y dependían de la Delegación de Asuntos Indígenas, que las utilizaba para su propio servicio administrativo y el del Caid, así como para alojar a las Mehalas Jalifianas, a las órdenes del Caid y de un capitán español. En algunos casos también tenían consultorio médico y escuela hispano-árabe. Su finalidad era consolidar la administración española y controlar todo el territorio del protectorado.

Ruinas desde la carretera.

En este plano, realizado por  el interventor Edmundo Seco,  se observa que el proyecto de la oficina de intervención del Jemis de Anyera contemplaba la construcción en el interior de la alcazaba de las siguientes dependencias: consultorio médico, sala de operaciones, aseos, casa del caíd, mejaznía, casa del mokadem, cantina, almacén, cuadras,  establos de oficiales, pajar, secciones para las tropas con cocinas, depósitos de víveres, plaza para las formaciones, despacho del capitán, jardines, sala de recepción, despacho del intérprete, despacho del fakir, sala de ordenanzas, telegrafista, cuerpo de guardia, calabozos. (Plano extraído del libro Arquitectura y urbanismo español  en el Norte de Marruecos. Junta de Andalucía).

En las ruinas de la alcazaba se aprecia un patio en forma de L al que se accede desde tres entradas diferentes, y aparentemente, la situada al sur  parecía la más importante y monumental, delante de la cual había un fila de palmeras. 
Fuera, en la parte superior derecha hay un edificio de estilo neoárabe, aún bien conservado, y al sur un aljibe circular para el agua y una pequeña construcción que debió estar abovedada. 

Una carretera empedrada permite el acceso a la colina.

La fachada de poniente estaba limitada en las esquinas por dos torres más altas que la zona central. 

Construcción junto al depósito de agua.

Depósito de agua.
Fachada sur con las palmera tiradas.

Foto realizada en enero de 2002 cuando aún no se había hundido esta fachada y las palmeras estaban en pie.
Edificio anexo de estilo neoárabe, tal vez fuese este el edificio que ocupaba la Mehala Jalifiana, cuyo jefe era el Caíd Si Ayachi Zellal. Actualmente  se usa para guardar el ganado.
Algunos de los habitantes de la zona llaman al lugar "la kasaba de Zellal".

En las fachadas se abren pequeñas ventanas muy decorativas.

 
Los pequeños orificios rectangulares de las ventanas no parece que tengan la función de iluminar el interior, sino más bien que cumplan una función defensiva, dando al edificio un aspecto de fortaleza.
Parecen imitar las saeteras o aspilleras de los castillos dando a la construcción un toque historicista.

Esta arcada lobulada está situada en la entrada principal del sur; otro toque historicista, en este caso neoárabe.

Entrada norte para acceder al patio  donde se conserva aún la palmera.

Hemos encontrado que el arquitecto José Larrucea Garma construyó la escuela de Dar Chaui, pero no tenemos información sobre quién diseñó este edificio. Sin duda tuvo que intervenir algún arquitecto, ya que la complejidad de la obra y los excelentes acabados y decorados, no pudieron deberse a alguien sin formación arquitectónica. Los muros están construidos con gruesos cantos rodados, sujetos por una argamasa de cal, combinados con columnas en ladrillo macizo y en las estructuras interiores se usó hormigón armado. Tanto por dentro como por fuera están enlucidos y pintados de blanco.


Entrada oeste hundida.

Trozo de madera con una pieza de hierro clavada, situado en la fachada este. Por la altura a la que está situado podrían ser los restos de alguna argolla para atar los caballos.

Foto de enero de 2002.

La familia Zellal nos ha cedido las siguientes reproducciones de algunas fotografías antiguas que conservan de  la alcazaba:

 El Caid Zellal con autoridades y militares españoles delante de la puerta de la fachada oeste de la alcazaba.

 Un militar español y su familia en un banco del exterior  y probablemente un componente de la Mehalla.

El Caid Zellal y autoridades españolas delante de una fachada de la alcazaba.

DAR CHAUI

Durante la época del protectorado español en el norte de Marruecos surgieron muchos poblados nuevos cercanos a las instalaciones de los cuarteles militares, pero otros lo hicieron por la puesta en funcionamiento de nuevas actividades económicas, bien mineras, como fue el caso de San Juan de las Minas cerca de Nador o bien agrícolas, como fue el caso de Dar Chaui, Zaio y Tleta de Risana.
El poblado agrario de Dar Xaui surgió para fomentar la colonización agraria, siguiendo el mismo esquema de otros muchos que en esa época se estaban construyendo en España por el Instituto Nacional de Colonización.

Vista de Dar Chaui, desde el sendero recorrido.

En la vista de google earth se observa el primitivo poblado de colonización  de Dar Chaui. Estaba formado por unos pocos edificios situados a ambos de lados de la carretera que iba de Tetuán a Larache, distribuidos en manzanas con diseño ortogonal.

En 1939 la Delegación de Fomento de Tetuán hizo una publicación sobre "la oficina de propaganda agrícola de Dar Chaui" y por ella se sabe que el ingeniero agrónomo Alejandro Torrejón Montero (1903-1988) fue quien la proyectó, (después fue director general del Instituto  Nacional de Colonización Agraria en España). 
Desde esta oficina se trató de desarrollar la agricultura de la región introduciendo diferentes variedades de semillas, roturando nuevas tierras y realizando mejoras en la ganadería por selección y por la aplicación de medidas sanitarias.
En la calle principal del poblado se construyeron edificios públicos y chalets, que aún se conservan, aunque algunos están en un estado de completa ruina. Destacan la escuela, el consultorio veterinario, la oficina de propaganda agrícola, la granja de experimentación, el consultorio médico y la casa de Zellal. 
Consultorio veterinario con amplios espacios  en la parte trasera para los animales. Está totalmente destrozado.

Entrada a la oficina de propaganda agrícola, los edificios están medio hundidos y se usan como cuadra para el ganado.

Escuela abandonada, construida por el arquitecto José Larrucea Garma.

 En estas dos fotos de la familia Zellal se ve al Caid Zellal, acompañado de autoridades españolas, delante de la escuela de Dar Chaoui.



Actual oficina de correos situada enfrente del consultorio veterinario.

Minarete de la mezquita.

Casa de la familia Sellal construida en 1934.

SI AIAXI SELLAL (Si Ayachi Zel-lal), CAID DE BENI MESAUAR

(Agradecemos a la familia Sellal que nos haya dejado visitar sus casas de Dar Chaui, de Tetuán y de Boughabech y nos haya permitido fotografiarlas, así como las fotos de sus antepasados). 

En la biografía que hizo de él Munson en 1980, cuenta que El Ayachi Sellal llegó, siendo muy joven, a  la región de Beni Mesauar al final del s. XIX con la banda del Raisuni, por lo que es probable que tuvieran una edad parecida y naciese, como aquel, sobre 1868-70. Juntos se dedicaron al robo y a la extorsión de los ricos de la región.  Pronto se hizo rico y en 1890 era uno de los hombres más poderosos de Beni Mesauar, lo que le permitió, en 1900, comprar el puesto de Caíd de la tribu; manteniendo este cargo hasta 1950. En la memoria de las kabilas de Yebala central de 1934 se le cita como caid de Beni Mesauar y a su hijo Si Mohamed Ben Si Aiaxi Sellal como su jalifa.

Si Ayachi Sellal y su hijo Si Mohamed

Si Ayachi Zellal

Si Ayachi Zellal

Si Mohamed Ayachi Sellal 

Cuando España intentó establecer el protectorado buscó como aliados a caídes de prestigio como El Ayachi Sellal, que poseían fuerzas militares a su servicio, los mejazníes, y se encargaban de administrar los territorios que controlaban como representantes del mazjen, ya que dependían directamente del sultán, y después de su representante, el Jalifa de Tetuán. Sin su colaboración la administración española no hubiese podido funcionar en las zonas rurales.
Por ello, se cuidó mucho a estos notables, se les reconocía su prestigio, se les daban recompensas económicas, se les construían casas, realizaban visitas a España e incluso se les imponía condecoraciones.

 Si Ayachi Sellal y su hijo Si Mohamed Ayachi Zellal.

Si Mohamed Ayachi Zellal.

 Reunión del Ayachi con otros notables.

 El Ayachi y otros notables con militares españoles.

Comida al aire libre.

Patio de la casa de Sellal en Dar Chaui.

Balcón con adorno de azulejo de la misma casa de estilo andaluz.

Desde ese mismo balcón las autoridades se dirigen a la gente concentrada abajo.

Patio de estilo neoárabe.

Interior de la casa de la familia Sellal en la actualidad.


Desde la instalación de los españoles  en el norte de Marruecos y hasta los años 50, es frecuente encontrar en la prensa española o en otras publicaciones, referencias sobre Si Ayachi Sellal.
Al principio, se señalaba el apoyo que prestó al Raisuni durante la toma del Fondak de Aïn el Yerida  y posteriormente, en 1919, con el Raisuni en retirada, perseguido por las tropas españolas mandadas por Silvestre y Barreda, se destacaba el importante papel mediador que realizó entre los contendientes.

En el libro de Rosita Forbes sobre el Raisuni, se pone en boca de éste, cuando habla de la retirada del Fondak, lo siguiente: En Beni Mesauer iniciaron un ataque metódico por todos los flancos y yo sabía que si salía bien ya no podría disponer de suministros, así que fui a ver a Zellal y me quedé en su casa durante algunos días. Quedó pactado entre nosotros que él aceptaría la paz con los españoles para que sus hombres pudieran desplazarse libremente hacia la costa. Fue durante aquel encuentro cuando El Ayachi me comprometió a su hija, para que nuestro vínculo quedara sellado con un matrimonio y se acordó que la traerían a mi casa en cuanto terminara la guerra. 
Al día siguiente, Zellal envió emisarios a los españoles presentándoles su sumisión, y  quedaron encantados y le recibieron con alegría, pues su influencia era muy reconocida.
(La joven Zellal apenas vivió un año en Tazrut ya que muy pronto enfermó, probablemente de tuberculosis, y murió). 
Cuando son las tropas del sultán quien lo persigue, El Raisuni dice: Mi bandera ondeó de nuevo en Beni Mesauar y mis mensajes partieron desde la casa de Zellal a todas las cabilas.

Pero es durante 1922-26 durante la guerra contra Abdelkrim El Jatabi, cuando Sellal se convierte en un fiel aliado de los españoles.

ABC (29/12/1922): En la cabila de Beni Mesauar siempre hubo tranquilidad... Su caid, Zel-lal, cuida de la seguridad con 40 harqueños.

ABC 2/2/1925) pág. 12: El prestigioso Caid  Ayassi Zellal ha conferenciado en Tetuán con el gran visir, ofreciéndose al Majzen incondicionalmente para combatir la rebeldía.

ABC (5/2/1925): En la parte fronteriza al hinterland tangerino estamos ahora en buenas condiciones para actuar políticamente, por hallarse allí el Caid de Mesauar, Ayaxi Selal, rico terrateniente con verdadera influencia en el territorio de su jurisdicción.

ABC (5/1/1926): El Caid El Ayasi el Zelal ha nombrado a las autoridades subalternas y ha ocupado con sus mehaznis el antiguo campamento de Dar Xaui, lo que representa la tranquilidad de la línea hasta Buixa.

ABC (29/1/1926): El Caíd Sel-lal, con adictos de su cabila y apoyado desde Mesauar y Dar Xaui por las fuerzas de la Intervención de R'Gaia, ocupó esta mañana Bugabox, ahuyentando a la guardia enemiga.

ABC (11/6/1926): Una emboscada del Caid Zel-Lal, colocada en Sidi Habib, hizo un prisionero y se apoderó de tres mulos y tres burros. Los mehaznis de Zel-Lal, con la idala de la Cabila, quemaron Beni Hakim.

A continuación vienen los reconocimientos:

ABC (1/4/1926) pág 18: Su majestad el Rey ha firmado los siguientes reales decretos de Guerra concediendo la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo de tercera clase a los caídes del Jolot y Beni Messuar, Sidi Mohamed Ben El Hach Mustafá el Melali y Ayasi Se-lal, respectivamente.

ABC (13/9/1938): Ayer llegó a Sevilla en avión, procedente de Tetuán, Si el Ayasi y Sel-Lal, Caid de las cabilas de Beni Mesauar, Uadrás y El Fahs, persona de gran prestigio en la zona occidental del Protectorado y gran amigo de España..... Después de permanecer unos días entre nosotros, visitará el resto de la España liberada.

El Ayachi Zellal durante su visita a España.

El Caid Ayachi  Sellal y otros notables invitados visitando la Alhambra de Granada.

El hijo más pequeño del Ayachi Zellal: Mohamed Zellal

Mohamed Zellal en junio de 2016 en su casa de Tetuán. A pesar de su avanzada edad, cercana a los 100 años, conserva una extraordinaria lucidez y es una biblioteca viviente de la historia de Beni Mesauar.


SENDERO HACIA BOUGHABECH

Enfrente de estos hornos de cal, situados junto a la carretera, se inicia el camino que se dirige hacia Boughabech.

Es la época de la siega y la mies ya está cortada y preparada para llevar a la era cercana.

Los mulos descansan antes de iniciar la trilla.

El procedimiento para trillar es muy primitivo, consiste en que los mulos den vueltas sobre la parva y trituren la mies con sus patas, no se usa el trillo.

Durante el recorrido, nos encontraremos con manantiales de todo tipo, este es el modelo más frecuente.

La población está muy diseminada y las casas están aisladas o agrupadas en aldeas  con una veintena de ellas.
A medida que se sube, se divisa a lo lejos la presa 9 de abril; en las márgenes de su cola si sitúa Dar Chaui. El agua del  embalse inundó la antigua carretera y se hizo un desvío que pasa fuera del pueblo.
La  primera aldea que aparece es Aïn Inu.

Entrada de una casa de Ain Inu. Como se aproxima ramadán, la gente limpia con profundidad y pinta las casas por dentro y por fuera.

Patio con higuera y gallinas de la casa anterior.

La apertura reciente de una pista que une El Souk Tnin de Beni Harchan con la carretera de Braghza está promoviendo la construcción de nuevas casas, y, aunque se están introduciendo diseños modernos, en algunos casos se siguen usando los materiales de construcción tradicionales: piedra para la zona inferior de los muros y adobe para el resto.

La foto de la izquierda se  tomó en 2002, cuando realizamos por primera vez este itinerario, la de la derecha es de junio de 2015, como puede observarse al compararlas, 13 años después, el pueblo no ha tenido cambios. pero en la ladera del fondo se observa actualmente una extensa zona donde ha desaparecido la vegetación. 

Esta es la aldea de Aïn Kalboun, en 2002 se observa que al fondo se había empezado a construir la mezquita. En la foto actual ya está acabada y los tejados de las casas un poco más oxidados.

Es muy llamativo el gran tamaño de la mezquita para tan poca población.

Estas chumberas situadas al borde de la carretera tienen una curiosa distribución de los higos chumbos.

Al fondo se observa el pueblo de Assakhra (Sajara Fokia) y la pista que va al Souk Tnin de Beni Harchan.

El mismo lugar, en el pueblo de Assakhra (Sajara Fokia)  con 13 años de diferencia, al fondo de la foto de la derecha aparece un edificio blanco, es la  nueva mezquita.

Es desde este pueblo de Assakhra  donde se inicia el camino empedrado que conduce a la casa del caid Sellal en Boughabech, casi al inicio se encuentra este pozo.

Desde el camino se ve, un poco más abajo, esta discreta mezquita de Guesira, de arquitectura bien adaptada al entorno y con una curiosa escalera externa para acceder al mimbar o púlpito.

El trayecto hasta Boughabech está empedrado y es de una gran belleza.



En algunos  tramos   afloran las margas violáceas del Eoceno.

Algunas casas aisladas del recorrido.


El lecho de los barrancos de Guerisa está lleno de adelfas en flor.


Todo el empedrado del camino está muy bien trabajado; los bloques de piedra de diferentes tamaños, encajan perfectamente y de vez en cuando hay canales transversales para evacuar el agua de lluvia. Pero el tramo más bonito es, sin duda, el de esta empinada subida. 

A Boughabech solo se puede acceder a pie o sobre una caballería, las pistas aún no llegan. Esperamos que cuando la construyan, la hagan por otro trazado y que no sólo respeten este bello sendero empedrado, sino que además, reparen las partes deterioradas. No puede perderse una joya así.

LA CASA DEL CAID SELLAL EN BOUGHABECH

Rosita Forbes, en 1923, hace un viaje a Tazrut para entrevistar al Raisuni, sale desde Tetuán, pasando por Beni Mesauar, y dice en su libro:
.....Allí dejamos la carretera principal y nos metimos  en una zona desolada, de grises  piedras erosionadas, hasta Beni Mesauer, el refugio fijo de Raisuni en los momentos de apuro. La casa de El Ayashi Zellal, su aliado incondicional y suegro, se esconde en algún lugar entre las peñas, pero nosotros salimos de los montes hacia wadi Harisha, para dirigirnos a Sidi Heddi y a Sidi Buquer, uno de los siete hombres santos de Beni Aros.
Si hubiese visitado Boughabech, no es seguro que encontrase la casa del Caid tal como está hoy, porque fue destruida por las tropas de Abdelkrim El Jatabi en 1923 y posteriormente en 1926 por los rebeldes de Beni Ider. En 1928 las autoridades españolas destinaron unas 60.000-70.000 pesetas para su restauración. 

Más que casa, al conjunto arquitectónico casi lo podríamos considerar una fortaleza, porque además de la parte residencial, pintada actualmente en blanco, hay una serie de edificios anexos que en algún momento debieron albergar a la Mehalla del Caid.

La zona deshabitada actualmente está en estado ruinoso en algunas partes.

Son estos edificios los que contribuyen a darle el aspecto de fortaleza. 
La vivienda principal tiene una fachada de estilo neoárabe  parecida a las que se construían en esa época en las ciudades de Tánger, Tetuán o Larache.

 En estas dos fotos se observa la reconstrucción probablemente en 1928.


La entrada principal en 2002.

En el interior, la planta baja tiene una fuente central rodeada de 4 arcadas, al fondo sale la escalera para acceder al piso superior y en los laterales se abren pasillos que comunican con habitaciones. Una pequeña claraboya central deja pasar la luz del exterior, pero no suficiente como para sacar de la penumbra la entrada.

La enorme fuente y la escasez de luz  privan de esbeltez a este espacio.

Sin embargo, las formas curvas de  la escalera,  la sencilla barandilla de hierro y madera, los  azulejos de la pared y la  iluminación que recibe por otra claraboya, le dan un cierto dinamismo.

Rodeando al palacio del Caid hay una serie de casas de arquitectura rural, algunas de gran tamaño, con los aleros de los tejados  muy salientes sujetos con palos;  lo más singular es que todo el pueblo está empedrado, algo que solo habíamos visto en Tazrut. 

Casa de dos pisos en el interior del recinto amurallado del palacio de Boughabech con la calle empedrada.

El Ayachi Zellal y militares españoles delante de la misma casa.


Delante de esta casa también se ha conservado el empedrado.

Fuente de Boughabech construida en 1938. Tiene caño de agua, lavadero y pilones para que abreven los animales.


Esta otra fuente tiene la estructura tradicional.

Horno y palas para el pan.

Gallina con cresta y penacho de plumas, sin duda pertenece a una raza poco común.

Siguiendo el camino hacia Braghza, en la lejanía destaca la casa blanca del Caid Sellal y más lejos se ve Dar Chaoui y hasta el mar.

Tres fuentes tipo poza junto al sendero, con muros reforzados de piedra.

CAMINO DE BRAGHZA
Braghza tiene un conocido zoco los domingos a donde van a hacer sus compras los habitantes de la región. Hasta allí se desplazan de todas las maneras posibles, gentes que viven a veces a más de 20 km de distancia. 
Si la marcha se realiza un domingo, a lo largo del sendero hay un trasiego permanente de gente que va o viene del zoco, a pie, o en mula. 
Ahora, con la apertura de pistas y carreteras, la gente se desplaza en furgonetas y taxis. Es frecuente ver a lo largo de ellas, lugares donde se concentran caballerías atadas, con las albardas puestas; pertenecen a habitantes de las aldeas a las que solo se puede acceder por senderos, que usan las caballerías para llegar a la pista o carretera más próxima y una vez allí, las dejan solas y hacen el último recorrido en furgoneta. El hecho de que dejen a los animales solos, con los aparejos puestos, es una muestra de la seguridad que hay en la zona.

Gran parte del sendero discurre por tranquilos parajes cultivados de suaves pendientes. 2002.

Original casa junto al sendero a Braghaza. 2002.

Casas desde el sendero. 2002.

Higueras en el borde del sendero (2002).

La última parte del recorrido hay que subir a un collado para atravesar esta montaña y bajar por un bosque de alcornoques hasta el pueblo de Braghza. 2015. 

Vuelta del zoco. 2002.

Camino del zoco por la montaña. 2013.

Camino del zoco por la carretera. 2015.

Lugar por donde viene el camino a Braghaza desde Boughabech y otros pueblos de Beni  Mesauar.

Entrada a Braghza desde la parte occidental de la montaña.

Casa en la parte alta de Braghza.

Casa en Braghza.

Mercado de Braghza en 2002.

Burros y mulas de los habitantes de las aldeas cercanas. 2013.

Mercado en 2013.

Mercado de Braghza en 2013.

Mercado de Braghza en 2013.

Zebara para cortar ramas. Los campesinos y pastores no salen nunca al campo sin ella.

Aspecto del zoco de Braghza en junio de 2015.

EL CROMLECH DE M'ZORA

El cromlech de M'zora se halla situado en Chwahed, en la comuna rural de Arba Ayacha, a 5 km del Zoco el Tnin de Sidi el Yamani, a 25 km de Larache y a 15 km de Assilah.

Actualmente el recinto está vallado y se ha construido una casa para el guarda, que atiende muy amablemente a los visitantes.

La palabra cromlech procede del galés y significa piedra plana colocada en círculo. Uno de los más conocidos es el de Stonehenge (Reino Unido), pero existen otros localizados en Francia, en los países nórdicos, en Portugal, etc. El de M'zora es el único existente en el norte de África y en este continente solo se han encontrado otros semejantes en Gambia. 
Se consideran monumentos funerarios prehistóricos que datan en general de la edad del bronce o son aún más antiguos (entre 3.000-1.000 años a. C.). Están formados por grandes bloques de piedra (menhires) plantados en el suelo en círculo. 
Arqueólogos y viajeros del s. XIX como Sir Arthur de Capell Brooke, Charles Tissot, Emilien Renou y Gustave Bleicher ya describieron, durante sus viajes a Marruecos, este cromlech, e incluso algunos historiadores lo relacionaron con las leyendas mitológicas sobre el gigante Anteo. Según la leyenda, el gigante Anteo fundó Tánger en honor de su mujer Tingis y Hércules lo mató y se casó con ella, enterrándolo bajo un gran túmulo de tierra.  
Se dice que fue este lugar el visitado por el general romano Quinto Sertorio (descrito por Plutarco en: Vida de Sertorio), el cual mandó excavar el túmulo y allí encontró un sarcófago con un cuerpo que medía más de 26 m, y que al identificarlo como perteneciente al gigante Anteo, ordenó que volvieran a recubrirlo de tierra.
En los estudios arqueológicos realizados entre 1928-1932 por el franciscano Enry Koehler en la región de Tánger, también se cita, pero no fue hasta 1935-1936 cuando se realizaron las primeras excavaciones, dirigidas por César Luis de Montalbán y de Mazas y se dató entre el 4º-2º siglo a. C.
En una primera fase se limpió el contorno del montículo central, el cual tenía forma de elipse de 55x59 m y una altura máxima de 6 m y se dejó al descubierto un muro de contención, que lo rodeaba, formado por sillares prismáticos labrados en piedra arenisca. A continuación había un círculo con 167 monolitos o menhires de alturas comprendidas entre 1-1,5 m, entre los que destacaba uno de 5,4 m de altura situado al oeste, y, conocido con el nombre de "El Pico" (lewtid) y otro de unos 4 m que estaba tumbado; más afuera había un tercer círculo formado por un enlosado, también de sillares de arenisca. Todos los bloques parecen proceder de la misma cantera, y tuvo que suponer un enorme esfuerzo traerlos hasta aquí.

En estas dos fotos aéreas se puede ver el cromlech tras los trabajos de excavación durante los cuales se abrieron trincheras en forma de cruz en el montículo central.


El montículo central estaba formado por una acumulación artificial de piedras y arena, sobre lo que se supone que sería la tumba de algún notable bereber, por lo se que se inició una segunda fase de excavaciones durante la cual se abrieron dos zanjas en forma de cruz para intentar llegar al corredor (que no se encontró) de la tumba. Si apareció un enterramiento en cista (cavidad rectangular en el suelo, de pequeñas dimensiones, delimitada por 4 lajas de piedra, en la que se ponían las cenizas del difunto y se recubría con una pequeña losa) que al parecer contenía un objeto de metal (cuchillo o pequeña espada). Pero la excavación acabó de forma precipitada porque Montalbán fue detenido allí mismo por las tropas de Franco al estallar la guerra civil española y nunca se publicó el informe de los trabajos llevados a cabo durante la excavación ni de sus resultados.

Este es el aspecto que tiene actualmente el túmulo central y las zanjas que se abrieron en busca de la tumba.

El monolito más alto.

Círculo de monolitos y sillares del muro de contención.

Monolito y casa adosada al cromlech.
En esta foto tomada en diciembre de 2001 se observa: el montículo central, el segundo círculo formado por los menirhes y el tercer círculo exterior.

Durante la época del protectorado español, los sucesivos responsables de los monumentos arqueológicos de la zona (Pelayo Quintero Atauri y Miquel Tarradell Mateu) se ocuparon de la protección del cromlech, pero no pudieron evitar el progresivo deterioro del monumento.
En la publicación más reciente "Arqueología y turismo en el círculo del Estrecho" se dedican varias páginas a él, pero ha sido, sobre todo, gracias al interés y la presión de gran número de personas, de manera individual o a través de asociaciones, que las autoridades decidieron protegerlo y controlar las visitas.