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ESTE BLOG PRETENDE MOSTRAR LAS BELLEZAS NATURALES Y ETNOGRÁFICAS DE LA ZONA NOROCCIDENTAL DE MARRUECOS. PERTENECE A UN GRUPO DE AMIGOS QUE DESDE 2003 PRACTICA EL SENDERISMO TODOS LOS DOMINGOS POR LOS ALREDEDORES DE TETUÁN. CONTACTO: gorgueste@gmail.com

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MONOGRÁFICOS.

miércoles, 26 de julio de 2017

BOUHACHEM, PARQUE NATURAL REGIONAL. CIRCUITO DE LAMTAHAN A TAYERSAL

Roble melojo centenario (Quercus pyrenaica) en Tayersal.

Ruta sobre el mapa topográfico 1/50.000.

Vista del Bouhachem desde la dorsal caliza en Addar.

Situación: 35º 15’ N 5º 30’ W

El Parque Natural Regional de Bouhachem forma parte de la Reserva Intercontinental de la Biosfera  Andalucía (España) – Marruecos, declarada por la UNESCO en 2006.
La zona conocida como Bouhachem está situada al oeste de Chaouen, apenas a una decena de kilómetros de esta turística ciudad;  comprende una región montañosa con forma de media luna, con varios picos que superan los 1500 m (Jebel Kareha: 1658 m, Jebel Bouhachem: 1528 y el Jebel Soukna: 1610 m); cuyas cumbres sirven de divisoria de aguas de la cuenca del Martil y del Loukos. El Oued el Kebir afluente del Martil recoge las aguas de la vertiente septentrional y el  oued Mqyl Lbarrya, afluente del Lukos, de la meridional.

Accesibilidad
Aunque es una zona de paso desde Chaouen hacia Moulay Abdessalam y hacia Larache, su travesía no es fácil por la ausencia de carreteras y por el mal mantenimiento de las pistas que la atraviesan.
Desde hace unos años se puede acceder  por la carretera que sale de la de Tetuán- Chaouen a la altura de Beni Hassan (El Hamra) y que llega a Moulay Abdessalam y conecta  con la que va a Tazrout.

Vista de la dorsal desde la carretera de Chaouen antes de llegar a Beni Hassan.

También se puede acceder por otras dos carreteras que llevan a Moulay Abdessalam,  la que viene desde Larache y pasa por l’Arbâa d’Ayacha y Beni Aros y la que sale después del embalse de Nakhla,  aunque  son más largas que la primera.

 Almendros en flor junto a la carretera en Beni Lait.

El acceso al jebel Soukna se puede realizar por una pista que se inicia en la carretera de Chaouen-Tetuán, cerca de la rotonda de la subida a la ciudad, y que discurre a media ladera en dirección NE-SE y enlaza con la carretera que va desde Dardara a Tanakoub-Kasar el Kebir-Souk el Khemis de Beni Aros; sin lluvia se puede hacer hasta con un coche normal, aunque con algunas dificultades.
También se puede acceder por la citada carretera que pasa por Tanakoub; en el cruce de Dardara hay que seguir por la carretera de Ouazzane y a unos 2 km, a la derecha, está la entrada. 

En la entrada por la carretera de Tanakoub encontramos este panel indicando un circuito para visitar el jebel Soukna.

Así pues, se puede llegar en coche al pie del macizo por las vertientes noreste, oeste y sur y adentrarse después a pie por sus senderos y pistas.
Las carreteras están en mal estado y hay que tener especial cuidado durante la época de lluvias.

Geología
Los materiales geológicos que forman el macizo pertenecen a la capa de flychs numidiense (depositada en el Oligoceno-Mioceno inferior con una edad entre 34-23 m. a.), formada por areniscas de grano muy grueso de cuarzo englobadas por una  matriz muy dura también silícea, que las hace resistentes a la erosión.

Aquí puede verse el color amarillento que presentan las areniscas numedienses cuando la fractura es reciente y no están alteradas ni recubiertas de líquenes.

Forman crestas, semejantes a las cuarcíticas, cuando las capas están casi verticales  o bien paisajes en bolas un poco caóticas o desprendidas de forma individual en medio del bosque. La capa de areniscas está sobre la capa blanda areno-margosa del flychs de Ben Ider.

Crestones con estratos inclinados.

Vegetación
Su elevada pluviometría y humedad, los suelos ácidos de las areniscas y los básicos de la base margosa, las diferencias de altitud,  han posibilitado  el desarrollo de una vegetación y asociaciones florísticas muy interesantes, donde conviven plantas típicas termomediterráneas con otras eurosiberianas, endemismos, plantas de turbera y una enorme variedad de helechos y hongos.

Hongo y liquen sobre el tronco de un árbol.

Los picos más altos están coronados por cedros (Cedrus atlantica); los pinos rodenos (Pinus pinaster ssp maghrebiana), alcornoques (Quercus suber) y quejigos moros (Quercus canariensis) se mezclan en las laderas donde es fácil encontrar  ejemplares centenarios de porte magnífico e impresionante, y en el fondo de los riachuelos, los retorcidos alisos  (Alnus glutinosa) con sus raíces al descubierto luchan por sobrevivir a la amenazante sequía que podría acabar con ellos y con la laurisilva que conforma los bosques de galería de loros (Prunus lusitanica). El sotobosque está formado por jaras, brezos y madroños.

Ejemplar de loro (Prunus lusitanica).

Fauna
El bosque sirve de refugio  a una variada fauna entre la que es fácil ver:  el macaco o mono de berbería ( Macaca sylvanus), cuya población pasa por una difícil situación debido a la presión humana;  los anfibios (sapos, salamandras, ranitas meridionales) y una enorme variedad de aves y mariposas.

Ejemplar de salamandra común (Salamandra salamandra).

REINTRODUCCIÓN DEL CIERVO DE BERBERÍA EL 17 DE DICIEMBRE DE 2020


El ciervo de berbería (Cervus elaphus Subsp. barbarus) se extinguió en Marruecos en el siglo XIX y en 1994 se inició un programa de recuperación con ejemplares procedentes de zoológicos en el Parque Nacional de Tazzeka y en la reserva de Kissarit en el Atlas Medio, donde han vivido en semicautividad. El proyecto ha tenido éxito y se han reproducido en número suficiente para iniciar su reintroducción en su hábitat natural.
El departamento de Eaux et Forêts ha iniciado un programa de reintroducción de esta especie en el Rif occidental y se ha empezado por la suelta en el Bouhachem, el 17/12/2020, de 27 ejemplares, entre los que había dos machos. Por ahora permanecerán un tiempo en un espacio cerrado para su aclimatación.

Suelta de ejemplares.


Algunos ejemplares tras el cercado.


Dentro  del proyecto “Développement de l’Accueil Rural Ecotouristique au Jbel Bouhachem (DARE Bouhachem)”  http://www.bouhachem.ma  se señalizaron 5 circuitos para realizar senderismo y se asesoró a los habitantes para el acondicionamiento de varias casas rurales en Lamtahan, Tazrout, Lahcen, Ramla y en la zona del Jebel Soukna,  pero la mayoría de los carteles indicativos y la señalización han desaparecido.

Casa rural de Ramla.

CIRCUITO LAMTAHAN-TAYERSAL-CASA FORESTAL DE BOUHACHEM-LAMTAHAN.

Circuito marcado en google earth, con un recorrido de 12,80 km.

El circuito se inicia  en Lamtahan, en donde se dejan los coches. La construcción de la carretera hace una decena de años ha favorecido la aparición de unas cuantas casas e incluso de un café.

 Lugar donde se dejan los coches.

Partiendo de Lamtahan se sube río arriba por una senda que discurre por los pinares de repoblación de pino insigne o pino de Monterrey (Pinus radiata) hasta llegar a un lago.

Cruzando el riachuelo que sale del lago, aunque en verano puede estar seco.

En el Bouhachem son frecuentes las cubetas que acumulan agua temporalmente y forman turberas, esta es una de las más grandes y se conoce con el nombre de Merj Asemlil.

Desde el lago se inicia una subida por la zona de la derecha hasta encontrar una  pista.

En el borde del agua crecen los loros (Prunus lusitanica), siempre verdes y los alisos (Alnus glutinosa), en esta foto a punto de brotarles las hojas.

Antes de iniciar la subida hacia el collado se puede pasar por otra turbera  llamada Merj Lkhil o lago de los caballos.

Lago de los caballos o Merj Lkhil.

En el lago encontramos ahogado a este lagarto (Lacerta tangitana).

La subida se hace por una pista abandonada a cuyos lados el bosque está bastante degradado.

En primavera es frecuente encontrar durante la subida este narciso blanco. 


También abunda el Narcissus albimarginatus endémico del Bouhachem y del Kelti. 

Llegada a la fuente donde se hace la primera parada.


Lugar junto a la fuente que los pastores utilizan para comer; las piedras centrales sirven de mesa y se sientan alrededor.

En la fuente siempre suele haber un cuenco de corcho para coger el agua fría y cristalina que brota entre las piedras.

Aún falta un buen trozo para llegar al collado (Bab Atab) desde el cual el sendero desciende a la vertiente sur, en el trayecto se atraviesan los típicos pisos de vegetación del Bouhachem.

Primero encontramos el alcornocal (Quercus suber).

Más arriba se atraviesa un bosque de quejigo moro (Quercus canariensis) que en primavera está lleno de musgo; a veces están mezclados con el roble melojo (Quercus pyrenaica) de hoja lobulada con mayores hendiduras y color verde más pálido. En las proximidades del collado deberíamos encontrar cedros, pero se talaron y actualmente, en esta zona, solo se ven algunos jóvenes rebrotes.

Llegados al collado hay que continuar a la derecha por una senda que baja hasta un lago y luego se encuentra con una pista que comunica Ramla con Bab el Maiz.

Panorámica desde el collado de la vertiente sur.

Esta zona es muy húmeda y el musgo crece sobre las rocas y los troncos de los árboles.

Lago de la vertiente sur.

En el trayecto de bajada hasta la pista y a ambos lado de ella, el bosque ofrece un aspecto dantesco con troncos de árboles cortados por doquier y ramas enormes tiradas que dificultan la marcha.

Árboles  y ramas cortados.

Troncos y ramas por el suelo.

Viejo roble talado.

Hasta los años 60 del siglo pasado, en esta zona hubo una intensa explotación maderera por parte de RENFE para fabricar traviesas de las vías de ferrocarril; aquí se situó una tirolina que  bajaba los troncos desde la parte alta  hasta un claro del bosque junto a la pista  donde se acumulaban y desde allí los camiones los transportaban a Tetuán o a Oued Laou para su exportación.

Tirolina en el Bouhachem para la extracción de madera.
(Fuente: La intervención forestal en el protectorado de España en Marruecos. Tesis doctoral de Antonio Garrido Almonacid. Jaén 2011). 



Desde la pista se divisa la vertiente sur del pico de los cedros.

Sobre la pista se encuentra esta fuente muy frecuentada por los pastores.

Rebaño de cabras en la fuente.

Pastores portando la zebara que usan para cortar las ramas y para apoyarse en ella cuando caminan. Es una especie de hoz metálica corta sujeta a un astil muy largo.

Escarabajos peloteros sobre la pista.

Pista hacia Ramla.

Praderas junto a la pista con el ganado pastando y grandes bloques aislados de arenisca.

Caballos conducidos a pastar por su dueño.

La misma pradera anterior con agua.

Rana común (Rana perezi) en el borde del riachuelo.

En el suelo de la pista en algunas zonas aparecen estas curiosas disyunciones bolares muy limonitizadas.

En el lado derecho de la pista hay un farallón con capas inclinadas de arenisca.

Pasada la pradera hay que prestar atención a un sendero, marcado con piedras, que sale a la izquierda y conduce hasta Mqyl Tayersal, un claro en el bosque con un manantial donde hay un gran roble. La mayoría de estos claros que aparecen en el Bouhachem están en lugares planos donde hay fuentes y se han originado por la tala del bosque para que crezca pasto para el ganado, aunque  hay algunos, como Tayersal, al que se puede llegar por una pista empedrada, que fueron lugares o apiladeros donde se  acumulaban los troncos cortados durante la explotación maderera. Los camiones subían hasta aquí para transportarlos hasta el lugar de destino.


Apiladero  de troncos cortados en el Bouhachem durante la explotación maderera. (Fuente: La intervención forestal en el protectorado de España en Marruecos. Tesis doctoral de Antonio Garrido Almonacid. Jaén 2011). 

En la bajada hacia el claro se atraviesa una zona con magníficos ejemplares de pino rodeno (Pinus pinaster ssp maghrebiana).

Tronco de pino rodeno con la característica corteza roja.

Este ejemplar tiene una copa inmensa.

Llegando al claro de Tayersal con un depósito de agua en el centro y a la derecha el gran roble.

El rebaño de cabras descansa bajo el gran roble melojo (Quercus pyrenaica).

Junto al arroyo crecen los alisos (Alnus glutinosa).

En el otro extremo del claro, donde se inicia la pista de bajada hacia la casa forestal del Bouhachem, se forma un pequeño lago lleno de plantas acuáticas que son el paraíso para los anfibios y los insectos acuáticos.

Rana común (Rana perezi) en el lago.

   Larva seca de libélula sobre la planta y rana camuflada en la esquina inferior derecha.

Libélula.

Sapo moruno (Bufo mauritanicus).

La presencia de agua y el abundante pasto hacen que la zona sea muy frecuentada por los pastores con sus rebaños de cabras.

Pastor de Ramla con su rebaño.

Otro rebaño de cabras con su pastor.

Recién nacido. Este día presenciamos el nacimiento de ocho cabritillos.

La madre limpia a otro de los  recién nacidos.

Cuadrilla de transportadores de kifi.

En el tronco del gran roble ha anidado este herrerillo común (Parus caeruleus).

Levantando con cuidado la corteza para no perturbarlos demasiado, encontramos a los polluelos del herrerillo con los picos abiertos esperando la comida que les llevaban los padres.

Pista de bajada hacia la casa forestal del Bouhachem.

La pista se construyó para ser transitada por camiones y conserva aún en buen estado algunos tramos empedrados cuyos bordes se sujetan con gaviones  (muros hechos con piedras que rellenan una jaula de alambre).

En otros casos ha sido invadida por la vegetación.

Junto a la pista hay un manantial conocido con el nombre de Onsar Bouchti. El agua brota en la zona situada encima del árbol.

Desde allí baja a la fuente situada junto a la pista, acondicionada para coger agua.

Allí encontramos en una de las visitas una culebra de collar (Natrix natrix) intentando comerse a este sapo moruno.

Del manantial salen mangueras de goma que bajan el agua por esta torrentera hasta la casa rural de Ramla. Siguiendo la "goma" hay una senda, que aunque un poco empinada, nos llevó hasta allí.

Casa rural de Ramla.


Horno de la casa rural.


Albarda.


Arado de madera sin reja.


Perros que cuidaban la casa.


Gallo guardián. Cada vez que llegaban los dueños de la casa salía a recibirlos y daba muestras de alegría revoloteando alrededor de ellos, pero si venía gente desconocida les atacaba a picotazos. Tanta estima le tenía la familia que nunca pensaron en matarlo para comérselo. En una visita posterior nos comunicaron que un buen día murió de muerte natural.


Si no se baja por la torrentera y se sigue la pista, se pasa junto a estos robles y se llega hasta la que viene de Ramla.


En la parte baja de la pista de Ramla aparecen los campos de kifi. Desde aquí la casa forestal del Bouhachem está cerca.


En el camino encontramos un castaño que fue plantado cerca de una vivienda hoy derruida. Es el único que hemos visto en esta zona, aunque también hemos encontrado en el Haouz y en Beni Said entre los pueblos de Ashfa y Tougza.

Casa forestal del  Bouhachem construida durante el protectorado con una arquitectura semejante a las españolas de esa época. Estuvo habitada hasta 2005, aquí vivía el guarda forestal y su familia. Estaba muy bien acondicionada, pues tenía una cocina bien equipada y con agua, salón con chimenea, varias habitaciones, cuarto de baño con bañera, almacenes, cuadras para los animales, garaje para la maquinaria, huerto e incluso alojamiento para los trabajadores que venían a realizar los trabajos del bosque.

 Fila de cerezos plantados enfrente de la casa forestal.

Anillos de crecimiento del tronco de uno de los pinos insignes cortado en los alrededores de la casa forestal sobre 2005.

 En la casa forestal se conserva aún este viejo tractor-oruga que se usaba para el arrastre de los troncos de madera.

En esta foto antigua se puede ver un tractor-oruga parecido trabajando en el bosque. (Fuente: La intervención forestal en el protectorado de España en Marruecos. Tesis doctoral de Antonio Garrido Almonacid. Jaén 2011). 

Lugareño descansando fumando el sebsi.


Entre las dos casas, a la derecha mirando al pico de los cedros,  cruzando el arroyo sobre la fuente, sale un camino que nos lleva de regreso a Lamtahan pasando de nuevo por la gran turbera.  

De vuelta a Merj Asemlil encontramos a las vacas pastando dentro del agua.

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